Un camino peligroso.

[Vetz]

Ladrón:

Emprendió su viaje desde el lugar en el que su nueva aventura dio inicio, no tenía memorias más que las escritas en aquel majestuoso bosque donde conoció a aquella miqo’te con afición hacia la música, esta había llamado su atención, por lo que el daguero presentía que se encontrarían nuevamente, pero era necesario avanzar, no para buscar pistas sobre su pasado, eso no le interesaba, sino para escribir su futuro conociendo el presente. Así llegó a la Ciudad Republicana de Solde Ruetha, la cual, como aquel bosque, se mostraba imponente y majestuosa, digna de ser considerada una ciudad capital, aunque no sabía si lo era.

Se adentró en la misma, observó cada detalle, los seres que transitaban por las calles, como cada una de las razas se podían contemplar en aquel lugar, las tiendas, los lugares de transporte como el aeródromo e incluso aquella casa de ópera, donde claramente se podía entender que se realizaban toda clases de actos realmente fantásticos, pero el joven continuó, ya habría tiempo para visitar aquellos lugares, después de todo, su historia apenas estaba comenzando. Mientras más avanzaba comenzaba a adentrarse al área de los suburbios, se podía notar la pobreza bajo la cual Vivian los habitantes de ese sector, muy diferente a lo que vio anteriormente, esa ciudad tenía una clara división de estratos sociales que se hacía abruptamente notoria con solo adentrarse un poco a la realidad.

Continuó avanzando, aun a sabiendas que el lugar estaba lleno de bandidos, pudo notarlo de forma casi instantánea, pues sus instintos le decían que él era uno más de ellos, y sus capacidades naturales daban aun mayor muestra de ese hecho, ocultó el sonido de sus pasos reduciendo su presencia en el lugar, solo unos pocos podrían notar realmente lo que hacía, y aquellos que pudieran hacerlo, eran dignos de la atención del joven de ojos granate.

[Sousuke]

Geomante:

Importante era aquel momento en el que se sentía tan pero tan vivo, pudiendo respirar el nuevo aire, con distintos aromas, en este caso un aroma a ciudad, ahora en esta nueva libertad que había conseguido al superar la inseguridad que le daba salir de su casa, finalmente él podría comenzar a conocer todo lo que el gran mundo tenía para ofrecerle. Seguro se encontraría con todo tipo de personas, las habrían buenas y malas, claro que no es como si pudiera diferenciar tan fácilmente la gama que hay entre medio de esas dos aunque por lo menos, analizaría y estaría siempre a la vanguardia de que alguien pudiera resultar ser hostil, de ser el caso de que realmente se encontrara a una persona así claro. En fin, hoy era un gran día, tenía mucho que hacer aún si no sabía qué exactamente, pero ya se las arreglaría para dar con algo interesante.

-Haber, lo primero sería encontrar algún mapa por aquí ¿no?...hmm...o sino, ¡¡podría simplemente caminar y ver que tal!!, creo que así será más divertido, ¡yeah!-

Sonreía de lado con algo de inocencia destilada por sus ojos, unos brillantes ojos dorados que vislumbraban todo lo que la luz solar le daba a conocer, como si gentilmente, junto a la calidez de sus rayos, le dieran la bienvenida en el inicio de su viaje, cosa que si se ponía a pensarlo de esa manera tan filosófica, le entraba la emoción, y tal sentimiento inevitablemente le estremecía por dentro, solo le faltaba gritar a los cuatro vientos para liberar aquello y compartirlo con el entorno...pero no, no era taaaan suelto como a veces podría parecer, y por respeto a la afamada ciudad, al menos en sus inicios se comportaría (o trataría de hacerlo).

-Oh, ¿qué es eso?-

Al parecer había divisado algo de interés, más en específico parecía ser una tienda que tenía un banderín colgando afuera, el cual tenía un par de espadas como diseño, un fondo rojo con algunas inscripciones que desde esa distancia, unos 15 metros mas o menos, no alcanzaba a leer. Su curiosidad entonces le llevó automáticamente hasta la vitrina, donde se exhibían muchos tipos de armas de variados tamaños y formas, recordándole su gran gusto por las artes marciales, e inconscientemente se había pegado al vidrio mirando hacia adentro...lástima que los precios despedazaban sus esperanzas.

-Debí haberme traído más dinero de casa, ¡maldición!-

Patea la pared mientras se lamentaba.

[Vetz]

Y ahí, en una ciudad con tan clara división de estratos sociales, era lógico que existieran bandidos que salieran de los suburbios buscando robar a aquellos que poseían mejores condiciones económicas que ellos, o que como mínimo parecían mostrarlo. Cerca de la armería un asalto se produjo y una jovencita fue despojada de sus pertenencias, el bandido comenzó su carrera eludiendo a todo a quien se encontrara hasta que se topó con un joven aegyl de cabellos azules, el choque fue leve, pero suficiente como para que aquel sujeto pudiera entender lo que sucedía, pero aun así el bandido siguió corriendo hacia su zona de confort, los suburbios.

La joven corría solicitando ayuda, pues una de las pertenencias robadas era un regalo muy preciado para ella, llegó hasta la armería para luego quedar completamente agotada, pero aquel joven que se encontraba lamentándose por la falta de dinero pudo escuchar sus palabras.

¿Seguiría al ladrón para ayudar a aquella dama?

Era una pregunta que solo él podía responder, pero mientras más tardaba, el bandido más se acercaba a su hogar, a los suburbios, lugar donde un joven de ojos granates recibió una emboscada tras ser delatado por una pequeña niña a la que ayudó a levantarse minutos atrás. Estaba siendo rodeado, pero no mostraba miedo, por el contrario, sus ojos desprendían una confianza absoluta y casi inexplicable en sus habilidades, como si su cuerpo pudiese recordar todo lo que su mente había olvidado.

- aquí traje un botín – pudo escucharse una voz agitada, como si viniera de una larga carrera, se trataba específicamente de aquel bandido que robó las pertenencias de la chica y quien ahora se sumaba al grupo de la emboscada para hacer un total de diez enemigos contra una sola persona. Continuaba sin miedo, y sin esperas de ayuda alguna considerando el lugar en el que se encontraba, pero un poco de esta le ahorraría unas cuantas molestias, después de todo, si aquel grupo no era digno, no haría más que aburrirle.

[Sousuke]

La decepción le invadía al estar tan cerca pero a la vez tan lejos de poder conseguir alguna de las armas que ahí veía, esos metales tan bien cuidados que en sus manos tendrían tan buen uso, podía usarlos hasta para cocinar si hacía falta, pero uso les daría al menos, lástima que, todo se escapara al igual que un pesado suspiro salía de su boca mientras daba un par de pasos hacia atrás.

-Tendré que conseguir más dinero...la pregunta es, ¿cómo?-

Alzaba una ceja al rascarse la nuca mientras pensativo trataba de pensar la manera en la que podría conseguir aumentar sus recursos sin depender de los negocios de sus padres...solo que al no conocer mucho del mundo ni como manejarse en él, básicamente estaba en la nada y con las manos vacías. Tanto estudio y preparación para esto, su fortuna parecía oscurecerse un poco apenas había iniciado su viaje, aún así, no dejaría que eso hiciera decaer sus ánimos tan pronto, ¡¡apenas si había empezado!!, ya encontraría algo que hacer. Es en esos momentos cuando un leve empujón lo corre hacia un costado un poco e instintivamente mueve la mirada hacia quien haya sido responsable de ello, encontrando a un sujeto que sin reparos continuaba su agitado andar, como si estuviera llegando tarde a algún sitio.

-¡¡Se dice disculpa!!!, cielos, hay gente a la que le faltan modales aquí-

Posando las manos en la cintura negaba el actuar del que se encontraba alejándose cada vez más, parecía llevar algo entre sus manos, así que entrecerré la mirada para ver un poco mejor, no tenía nada que hacer igualmente. Y una voz que demostraba la impotencia de no poder realizar algo por si mismo, llega a sus oídos, al parecer una mujer estaba en aprietos y al escuchar las cosas que balbuceaba acerca de que le habían robado su cartera, se pregunta si no era esa la que podría estar llevando aquel tipo.

-Hey un momento....¡ESE tipo le robó!-

Sin dudarlo, como si su cabeza hubiera resaltado un título frente a él bien luminoso y llamativo, que decía "mission start!", se da la vuelta para ver a aquella con algo de emoción por lo que estaba por hacer.

-¡¡Descuide yo le ayudo a recuperar su bolso!! ¡déjemelo a mi!-

Exclama volviendo a voltearse para comenzar a correr, algo le gritaba en la cabeza que una aventura había iniciado, y no podía perdérsela por nada del mundo así que arranca a perseguir al sujeto por las calles de la ciudad un rato. Solo unos minutos después se dio cuenta de que sería más útil si volaba y lo atrapaba desde arriba, además, eso no llamaría tanto su atención a que si viera a alguien perseguirlo en tierra. Desplegando las alas y echándose al cielo, le sigue por aire estando elevado más arriba de los edificios de los suburbios que alcanzaban, pensando por el reconocimiento aéreo que estaba haciendo, cuándo sería la mejor oportunidad de atacarlo, moviéndose sus orbes dorados por todos lados recordando cada esquina y camino como si hiciera un mapeo mental improvisado de la localidad. Lo que cambió su situación fue encontrarse con que se une a un grupo de otros 9 maleantes al parecer, quienes habían acorralado a un chico.

-¿Querrán robarle a él también?, ¡debo hacer algo ya!-

Frunce la mirada tomando las tonfas que estaban enganchadas en su cinturón, no estaba directamente sobre el grupo sino llegando a éste por detrás del que estaba persiguiendo, y gradualmente comienza a bajar, descendiendo hacia adelante para caer justo sobre el que tenía sus manos ocupadas con el bolso como para reaccionar a tiempo a defenderse. La caída en picada suponía él que sería suficiente para que con su propio peso, caer con ambos pies sobre la espalda del tipo lograría tumbarlo en el suelo de un buen golpe como para que no accionara inmediatamente, y sin dejar de aplastarlo, al menos le daría unos momentos valiosos al joven para hacer algo al atraer la atención del resto del grupo. Así que, efectivamente ejecuta su plan para tumbar al primero, y cuando lo hiciese, sin dejar de estar atento al resto mientras replegaba sus alas diría...

-¡¡Muévete rápido!!, ¡¡sal de la ronda por esta abertura!!-

Colocado en posición de combate estaba listo para responder a las reacciones de los maleantes, mientras tanto, no podía evitar que una sutil sonrisa se formara en su rostro, sintiéndose resplandesciente por esa situación..como, ¿un héroe?, si, definitivamente le gustaba esa idea, así se sentía ahora, tal cual los personajes de historias que leía de pequeño, y eso le llenaba de determinación.

[Vetz]

El joven de ojos granate se preparaba para la diversión, hizo una pequeña rotación con su cuello mientras relajaba sus brazos, pero justo en ese momento una nueva presencia apareció golpeando al descuidado bandido que llevaba consigo aquel “botín” que instantes atrás mencionó, este cayó directamente en el suelo, de diez, no estaba prácticamente eliminado, dejando a nueve de ellos y una pequeña vía de escape, pero más importante, una gran oportunidad.

Una sonrisa psicópata se dibujó por un instante en su rostro mientras que este sacaba su navaja, su velocidad era excepcional, digna de un experimentado ladrón, a pesar de que no tenía memorias. En fracción de segundos, había abandonado su posición y se encontraba, en el aire… realizando un movimiento con su mano izquierda, en la cual portaba su navaja para cortar a dos de los enemigos y quedar justo por fuera de aquel círculo que habían hecho para rodearle.

- Te agradezco la ayuda – musitó mientras veía al portador de aquellas tonfas – ¿estás preparado para la diversión? – interrogó mientras se ponía en posición de batalla, le parecía interesante el hecho de que su primer enfrentamiento fuese de lado a lado con alguien a quien desconocía, pero de eso se trataba su mundo, en eso se enfocaba su historia, en descubrir lo desconocido y aprender de aquello que incluso sus ojos no pueden llegar a ver, el mundo que está más allá de las simples perspectivas.

[Sousuke]

Le parece curioso que aquel joven igualmente reaccionara de manera tan movida y atacara con rapidez a dos de los contrincantes jurados que tendría en esta situación, su velocidad fue muy buena, si pudo verlo como les cortaba era porque igualmente estaba entrenado en combate, reconociendo al chico no como una víctima de aquellos maleantes sino como un luchador más del escenario. Para su fortuna este se disponía como compañero de combate temporal al menos hasta lograr acabar con ellos, lo que le recordaba que debía dejar fuera de combate al que tenía debajo, le pareció ver que intentaba moverse lentamente para contra-atacar, por lo que levanta un pie y lo hace caer de talón con fuerza suficiente en su nuca para dejarlo inconsciente un rato sin hacerle mayor daño.

-Luego tengo que recordar agarrar ese bolso antes de irme-

Y ante la pregunta del de cabellos oscuros, no habría mejor manera de contestarla que con acciones para él, por lo que se adelanta haciendo el primer movimiento, yendo a golpear al que tenía más cerca esperando que este se defendiera y que otro quisiera entrar en contra-ataque, el extremo largo de la tonfa iba dirigido hacia el rostro del sujeto delante de mi, este por su parte ya se encontraba más en guardia y atinó a bloquearlo con uno de sus musculosos brazos, desviándolo hacia un costado mientras un segundo maleante venía por el costado izquierdo del sujeto para encadenar un golpe. Ante esa acción prevista por ser un grupo de atacantes mayor al nuestro que podrían confiarse y atacar en números, rápidamente suelto la tonfa de la mano que fue a golpear (la derecha), agarrando el brazo del oponente que se había defendido para ejercer fuerza, y con mi propio movimiento usarlo como escudo para que recibiera el golpe por mi.

-¡¡Y ahora toma esto!!-

Rápidamente para que no tuviera oportunidad de reaccionar mientras sentía el impacto de su propio compañero en su cuerpo, estando a su lado levanta la pierna izquierda colocándose de costado para propinar una patada directa al estómago, empujándolo a él y a quien estaba detrás, logrando que cayeran al suelo unos instantes aprovechados para recuperar la tonfa derecha.

-Uff, ¡¡ha salido bien para un primer movimiento de mi primer combate real!!, ¡¡me siento genial!!, ¡¡vamos a lo que sigue!!-

Recuperaba un poco el aliento, no es que estuviera cansado pero esta primer experiencia con tantas emociones y adrenalina acumuladas era distinto de lo que uno sentía cuando solo estaba entrenando y sabía como acabarían las cosas. Debería acostumbrarse si, y mientras tanto disfrutaría los primeros e irrepetibles iniciales pasos de su camino hacia lo infinito.

[Vetz]

Su compañero durante aquel combate dio inicio a sus acciones, mostrando firmes y precisos movimientos, como si se tratase de alguien cuyo entrenamiento ha sido intenso y constante, no habían mayores excesos en sus acciones, y cuando los tenia, eran para dar estilo a su forma de combatir, esto daba muestra de la gran confianza que tenía en su forma de luchar. En el rostro del joven de ojos granates nuevamente se dibujó aquella sonrisa que mostraba rasgos de psicopatía, le divertía la situación actual.

Inició también su movimiento, a pesar de haberla tenido por muy poco tiempo, su cuerpo se sentía acostumbrado a aquella navaja, que parecía más bien una extensión de su ser, se acercó de nueva cuenta a aquel par al que había cortado previamente y un tercer enemigo apareció, el grupo se estaba dividiendo para tratar de vencerlos, sin darse cuenta de que cometían un grave error. El primero de aquel trio, también sacó una daga para atacar apuntando al rostro con un movimiento horizontal, pero justo instantes antes de que el filo llegara al de ojos granates este ya se había agachado, eludiendo completamente el golpe, clavó su navaja en el pie derecho del bandido y utilizó el impulso de sus piernas para girar usando la navaja como apoyo, pateando con un movimiento vertical el rostro de aquel sujeto y haciendo que este cayera instantáneamente debido a la velocidad y el peso que generaba aquella patada. Quedó de pie sobre el rostro del bandido, y dio un pequeño salto sobre este disfrutándolo.

- vamos, vamos, sé que pueden hacer más que eso – musitó en provocación haciendo que los otros dos cayeran directamente a su trampa, la distancia entre ellos no era simétrica para halar por el brazo al segundo atacante y empujarlo hacia el tercero, movió su navaja para hacer un corte vertical en el pecho de este y luego patearlo, haciendo que el impacto impulsara al tercero hacia atrás – hora de dormir – musitó hacia el cortado bandido antes de golpear su nuca con el mango de la navaja, para luego abalanzarse hacia el tercer oponente quien se encontraba en el suelo producto de las inesperadas acciones del daguero.

Se ubicó sobre este apuntándole con la navaja – creo que comenzaron un juego equivocado – expresó mostrando nuevamente aquella sonrisa psicópata mientras acercaba el filo de su arma al ojo del bandido, quien, para gracia del joven era un cobarde que terminó desmayándose – bah, no pudo soportar la presión – musitó dando muestras de decepción, no planeaba matarlo, ni mucho menos torturarlo tal como la escena anterior lo proponía, solo quería sacar los miedos más internos de aquel desmayado sujeto.

- Veo que puedes seguir el ritmo – dijo a su compañero.

[Luthien]

Ladron:

Mientras pensaba en la mejor forma de mejorar sus habilidades en combate, Luthien cerro la puerta de su pequeña casa y salio dispuesta a volver a entrenar aún más duramente. Tenia que hacerse fuerte, pero a la vez debía de pensar cuidadosamente como equilibrar su fuerza, después de todo era una ladrona con cerebro, y se enorgullecía de eso. Por muy descuidada que fuera tenia que actuar con precaución de vez en cuando. Así prosiguió su camino.

Caminaba lentamente por los suburdios, absorta en sus pensamientos, cuando de improvisto vio a un chico de cabellos color celeste, volando por el cielo-
!¿ que hace ese chico?!-   pensó extrañada, ya que el chico tenia una expresión de preocupación. Por supuesto, movida por la curiosidad, trato de seguirle el paso sigilosamente, hasta que llego a un callejón donde habían varios tipos rodeando a un chico de pelo oscuro. Se quedo esperando desde una distancia prudente para ver que sucedía. El chico Aegyl había bajado para ayudar al pelioscuro, estaba más que claro que estaban inmersos en alguna pelea sin sentido. Fue lo que pensó Luthien, hasta que logro divisar a una señora que estaba acurrucada y llorando, obviamente  asustada y acongojada, fue entonces que miro mejor y vio que otro tipo, alto y fornido, se acercaba a sus compañeros al ver que estos eran atacados. Luthien se fijo en sus manos, ya que traía un bolso pequeño, como de mujer y fue entonces que comprendió la situación
La rabia de Luthien fue muy grande al darse cuenta de lo sucedido, podía perdonar robos justos, después de todo es lo que ella hacia, actuando casi como Robin Hood, pero robarle a una pobre señora indefensa, era caer muy bajo.
Esos tipos era unos bandidos cualquiera, sin honor, ya que aun dentro de los ladrones existía un código. No podía permitir algo así.

A pesar de que esos dos se defendían bastante bien, decidió participar en la batalla, para poder devolver las pertenencias robadas, y se acerco a aquellos que rodeaban a esos dos chicos.
Utilizaría el factor sorpresa, llego corriendo justo por donde estaba el tipo que tenia la bolsa, y lo pateo justo en las corvas, haciendo que cayera estrepitosamente. - devuelve esa bolsa ahora - le dijo al tipo mirándolo fijamente.

[Sousuke]

Inhalar y exhalar, inhalar y exhalar, eran cosas que recordaba de años atrás en los entrenamientos con mis padres, mantener una buena respiración era la clave de la resistencia física y mental dentro de un combate, si no estabas respirando bien, estarías gastando más energía (pudiendo ser o no a propósito, a veces si se necesita) lo que significa un final más cercano en el combate. Bastó con unos pocos segundos para estar centrado nuevamente, ahora me ponía un poco más serio, seguía siendo una experiencia emocionante, pero no había tiempo para andar sonriendo cuando debía concentrarme en vencer a estos sujetos, o al menos a los necesarios para poder salir y devolverle el bolso a la señora que lo había perdido por su culpa.

Por otro lado, el chico de cabellos azabaches parecía desenvolverse con una naturalidad violenta en el combate, se le notaba aunque apenas le mirara de reojo por la clase de movimientos que realizaba, rápidos y precisos, pero a la vez centrados y explosivos, siempre con esa expresión facial salida de un asesino en una película de terror. No negaría que era buen combatiente aunque no estuviera del todo de acuerdo con esa actitud, pero en fin, era él el que estaba siendo atacado por un grupo más grande, y si algo no toleraba para nada era la injusticia, sobretodo odiaba sentirse impotente frente a ella, por eso había actuado sin dudarlo además de su emoción por la aventura.

-Se siente como si estuviera bailando, digamos que es entretenido-

Otro sujeto del grupo se abalanza contra mi, con un machete en mano y un rostro bastante enfadado, realmente parecía molestarle que unos jóvenes estuvieran apaleando a su grupo, ah, de seguro tenía el orgullo herido.

-¡¡Chicos como ustedes los como de desayuno todos los días!!-

Exclama a los gritos para efectuar un corte descendente, intentaba darle a mi cabeza, y claramente no hacía más que esquivarle a menos que quisiera salsa de tomate por todos lados. Mientras el sujeto seguía intentando golpearme, yo me enfocaba en esquivar o cubrir con las tonfas cuando no podía llegar a evadir sus cortes, claro que, no podía estar así para siempre, así que aguardé a que diera un par de sacudidas más con el machete para que agotara más su energía. Dando un paso atrás me detuve, él también, estaba tomando algo de aire para recuperarse y volver a arremeter, yo acumulaba mis energías en los ojos entrecerrando la mirada, tenía que estar atento, agudizar mi percepción para ser capaz de ver el próximo ataque, ahí debería contra-atacar antes de que siguiera golpeando, o me terminaría alejando mucho del otro chico y este quedaría con una mayor carga en sus hombros.

-Ya está....ahora....volverá-

Un impulso da inicio a un nuevo ataque, esta vez horizontal. Mis pupilas analizaban su movimiento, tenía que esperar el momento adecuado para responder, si lo hacía muy temprano terminaría herido, si lo hacía luego sería tarde y este podría atacar nuevamente, en estos momentos era cuando ponía mi energía mental a su máxima capacidad para desenvolverme en el conflicto.

-................ahora!-

El platinado filo de la hoja, como si un gran empujón hubiera golpeado desde debajo, sale volando por los aires al ser el bandido desarmado por una patada ascendente mientras llevaba mi torso hacia atrás, para volver con más fuerza hacia adelante y con ambas tonfas apuntando hacia adelante, llevando el golpe hacia el mentón del oponente (que era un poco más alto que yo).

-¡¡Eizoku-tekina yokubō: Tsuin kiba (永続的な欲望：ツイン牙)!!-

Dos golpes simultáneos ascendentes que impactaron debajo del mentón, paralizando al oponente de un golpe contundente y centrado en dos únicos puntos sobre una zona de mayor debilidad, elevaron al enemigo unos pocos centímetros sobre el suelo antes de hacerlo caer desplomado. Volví a la posición inicial de pelea, retomando la respiración, había usado una técnica simple pero efectiva, aunque nunca había aplicado el estilo de pelea de la familia en la vida real...así que usarlo de verdad, realmente era un poco agotador, ahora recién me enteraba.

-Al menos funcionó, uff...-

Todo había pasado tan rápido que no me había dado cuenta, pero al parecer una nueva chica había llegado y por lo que había hecho, seguramente era una nueva aliada temporal en este encuentro.

-No voy a quejarme, cuanto más ayuda mejor, hehe-

Sonreí fugazmente, devolviendo los orbes dorados sobre los que aún estaban de pie, esperando a que alguien más intentara atacar.

[Vetz]

Se divertía, y el otro chico también lo hacía, aunque ambos al parecer de una forma diferente, era entendible, la diferencia de personalidades era una de las cosas que hacia tan maravilloso al mundo, muy por encima de las criaturas mágicas o la diversidad de razas, cada ser era diferente, único en pensamiento, podían coincidir en gustos e incluso ideales, pero jamás serian iguales, la existencia de cada ser representaba un evento único y ese hecho llamaba la atención del joven de ojos granate.

Sonreía, la emoción recorría su cuerpo al ver el desarrollo de aquella situación que quizá pudo considerarse fortuita, aunque este no creyera en el destino, sino en el poder de las decisiones que cada uno podía tomar, si el había llegado a ese lugar, fue porque así lo decidió, si estaba siendo atacado es porque quiso ayudar a la pequeña a costas de que pudieran descubrirlo, si estaba sumergido en la batalla, es porque le gustaba la emoción de la misma.

Y mientras el guerrero de cabellos azules hacía gala de una de sus técnicas, presentando una serie de golpes que dejaron aturdido al oponente [porque no podemos paralizar ya que es un estado alterado] que amenazaba, una joven entraba en acción, sus movimientos mostraban grandes capacidades de sigilo pues solo él pudo notar su presencia antes de que esta atacara a aquel nuevo bandido que estaba llegando, pensó que al igual que él, probablemente se trataba de una persona con esa clase de talentos.

- bienvenida al grupo – musitó mientras se levantaba con un salto alto para evitar el ataque horizontal de uno de sus enemigos, cayó parándose en un solo pie sobre la cabeza de aquel atacante y se impulsó hacia donde estaba otro, la magnitud del impulso fue tal que empujó a aquel bandido hacia la joven, este teniendo poco equilibrio no era rival para ella. Entre tanto, el de ojos granate se dirigía hacia otro de los bandidos, asestando en él un par de cortes diagonales para formar una X en su frente y posteriormente chocar con su cuerpo haciéndole caer, pero su mano derecha seguía libre y le sirvió para levantarse de nueva cuenta.

- 11 contra 3 – mencionó – creo que hacemos un buen equipo – expresó sonriendo ante la satisfacción que la batalla presentaba, ya para el momento algunos de los oponentes se encontraban incapaces de continuar la batalla, el número se reducía, mientras que ellos mostraban claramente tener las capacidades necesarias para derrotarles.

Desde lejos, una presencia les observaba atentamente, como si se interesara por sus habilidades.

[Luthien]

La pelea se había vuelto interesante, si bien aquellos tipos no era muy ágiles, si eran muy corpulentos, lo que significaba que sus golpes eran muy fuertes, por lo que Luthien trato de que no la pillaran desprevenida. Al menos, ya no eran tantos como en un principio, y eso era gracias a esos dos chicos.

Sus compañeros le habían dado la bienvenida con miradas significativas, supuso que ellos se la estaban pasando de maravilla, ya que en sus rostros se reflejaba confianza y seguridad, y pues mientras más, mejor.

Ambos se movían de forma ligera y rápida, y ejecutaban sus ataques de manera prolija. Luthien se los quedo observando un momento, cuando se percato que el tipo al que había derribado se levantaba de un humor de perros, dispuesto a matarla, así que puso todos sus sentidos en alerta y se dispuso a volver a atacarle.
El tipo trato de ponerle el brazo en el cuello para inmovilizarla, pero la castaña fue mas veloz, y volvió a pegarle, esta vez en su miembro. El bandido frunció todo su rostro, y Luthien aprovecho de darle una patada en la cara y finalizar con un puñetazo en la nariz, eso fue suficiente para que el tipo cayera nuevamente y, esta vez, definitivamente noqueado.

Los que quedaban, ya no sentían ganas de seguir en el duelo, al juzgar por sus expresiones de temor, pero aun así, uno de ellos se volvió hacia la chica, quien tardo un poco en reaccionar, llegandole así una patada en el estomago.
Luthien cayo al suelo por el dolor y la falta de aire, sin duda había cometido una gran falta, pero debía recuperarse pronto ya que el tipo se abalanzaba sobre ella otra vez. Con mucho esfuerzo paso rodando por debajo del tipo, y le pego una patada en la espalda, el otro se dio vuelta rápidamente y trato de propinarle un golpe a la cara, pero Luthien lo pudo esquivar y le devolvió con mucho gusto el golpe en el estomago, y cuando este se agacho le pego en un punto estratégico de la nuca para que quedara inmovilizado.

Estaba cansada, pero ya quedaban solo dos tipos y sus compañeros parecían estar acabando con ellos.
Decidió buscar entonces el bolso de la señora.

[Sousuke]

Y así todo transcurría en el curso del tiempo, las peleas que nosotros 3 llevábamos esa tarde determinaban el destino poco a poco, cayendo la balanza cada vez más a favor nuestro tras demostrar con gran habilidad y control, el desempeño en el arte del combate. Por ello me sentía a gusto, realizado, como primera experiencia de combate real en mi nueva aventura era algo gratificante ver que lo entrenado todos estos años daba sus frutos, además, no podía evitar que aquel orgullo aflorara en mi pecho con cada latido, era como si fuera el representante oficial del estilo de combate de mi familia, siendo el único heredero de mis padres, y ya que ellos no luchaban hace ya unos años, básicamente era el único luchador que podía continuar con el legado....por ahora al menos.

Es en eso que el otro joven expresaba su confort con la performance que estábamos realizando, en lo cual le daba la razón, ya que para habernos encontrados de improvisto, estábamos luchando bastante bien por nuestra cuenta, si bien no encadenábamos nada en conjunto por no conocernos lo suficiente, al menos manteníamos bien a raya al enemigo entre los 3 siendo la minoría. Tal vez esto era lo que se llamaría, el "lenguaje del luchador", uno en el cual no usas palabras, sino tus propios puños y movimientos, choques, golpes, para comunicarte con el otro de una forma inconsciente y natural...era interesante verlo así.

-Lo mismo digo chicos, ¡¡les estamos dando una paliza!!-

Solo me quedaba esperar a que mis compañeros acabaran con sus rivales de maneras rápidas y algo dolorosas en el caso del pobre sujeto que recibió aquel golpe en el punto débil de todo hombre...rayos, hasta yo hice una mueca de dolor cuando vi aquello.

-Mi más sentido pésame...aunque te lo merecías-

Eso nos dejaba ya solo con dos adversarios más, los cuales demostraban tener la moral muy por el suelo, seguramente un poco de presión sería suficiente para hacer que se rindieran, o atacaran descuidadamente y se regalasen a ser golpeados y derrotados por nosotros tres. Lo que me quedaba solamente era cubrir las espaldas de los chicos mientras terminaban sus encuentros y vigilar a esos dos, donde se movieran entraría en acción para detenerlos. Aunque primero, intentaría probar eso de la intimidación...fruncí el ceño, traté de colocar la mirada más vacía posible, para así entonar una voz impetuosa.

-Si no desean pasarlo mal como sus compañeros, les recomiendo que vayan tirando sus armas y se arrodillen en el suelo-

No sabía si realmente funcionaría o no, ni siquiera tenía claro si mi apariencia era tal como para parecer bastante intimidante, pero esperaba que lo demostrado en combate fuera suficiente para hacerles dudar de sus acciones y estos decidieran finalmente tirar la toalla.

[Vetz]

La escena era entretenida, cada uno de los luchadores podía sentir la adrenalina del momento, y con algunas situaciones incluso una gracia y diversión inesperadas. Luego de haber derrotado a sus enemigos pudo observar el ataque de la hermosa castaña, tras presenciar aquella escena el joven de ojos granates bajo levemente la cabeza, y una sonrisa psicópata comenzó a dibujarse en su rostro – Ha… hahaha… – fue levantando su cabeza nuevamente, aquella sonrisa se hacía cada vez más notoria – Hahahahaha… – hasta que finalmente no pudo contenerlo y soltó una carcajada – Ahahahahahaha! – se divertía, más de lo que hubiese esperado, no por la batalla, sino por la posibilidad de encontrar con personas que le parecían interesantes.

Muestra de la escena:

Analizó la situación, para el momento quedaban solo dos enemigos que se mantenían juntos, intentando buscar alguna apertura que les permitiera sacar ventaja, pero no lograban conseguirla, a pesar de que no conocían ni sus nombres, aquellos tres se habían posicionado instintivamente en puntos que les permitían cubrirse los unos a los otros, el daguero se habia encargado de detallar todo el escenario, las paredes, el espacio entre ellas y el grupo que claramente se mostraba aventajado en ese momento, así como también el arma que el de cabellos azules había utilizado, lo cual le dio una idea.

Corrió hacia él y justo antes de chocar con este cambio de rumbo con un paso lo suficientemente preciso como para que el cambio de ángulo fuese mínimo, aprovechó la fuerza de sus piernas para saltar hacia la pared y utilizarla para impulsarse mientras decía – la tonfa – aquellas palabras fueron más que suficientes para que el chico entendiera el mensaje, o al menos sus reflejos, la tonfa había quedado en una posición ideal para que el ladrón la utilizara como un nuevo impulso ascendiendo para patear a ambos sujetos desde las alturas.

- fiu – silbó – eso fue entretenido – pero todo no acababa ahí, de hecho no hacía más que comenzar, la presencia que les observaba decidió acercarse a ellos, su figura era tan imponente que podía hacer que cualquiera se pusiera en guardia como forma de prevención, pero la realidad es que se trataba de un guerrero retirado.

- No tienen de que preocuparse – musitó el sujeto – no vengo a enfrentarme a ustedes, todo lo contrario – sus palabras continuaron mientras este se mostraba un tanto cortés, el sujeto venía a proponerles un nuevo reto, una nueva aventura – me hubiera gustado que fuese un grupo más numeroso, pero ustedes tienen las habilidades necesarias para lograrlo – expresó, aun sin explicarles la situación – les invito a mi hogar, tengo un trabajo para ustedes, si realmente buscan emoción no podrán negarse, y habitantes de los suburbios les estarán agradecidos – culminó esperando respuesta del grupo.

[Luthien]

El combate termino sin mayores problemas, los tipos que quedaron semi conscientes huyeron del lugar dejando a los desmayados ahi mismo, con total falta de compañerismo.

Uff, pues menos mal que ya terminó - se dijo Luthien, pasando su mano por su perlada frente.

Al fin pudo encontrar el bolso, cerca de uno de los tipos tirados en el suelo, lo recogió y se lo paso a la señora, quien aun seguía asustada, así que solo le dirigió una mirada de desconfianza y agacho la cabeza como un símbolo de agradecimiento y se alejo lo mas rápido que pudo de aquel lugar.
Luthien sintió un poco de pena, no es que quisiera un gesto elaborado, pero si que les diera las "gracias" hubiera bastado. Nunca era fácil para un ladrón, a fin de cuentas, la gente solo los veía como vulgares bandoleros. Aunque la castaña esperaba de corazón poder algún día cambiar esa situación.
Por lo menos el asunto ya estaba arreglado, así que se dirigió hacia sus compañeros con intención de presentarse y charlar -

Hola.... - no alcanzo a terminar, puesto que un Sujeto salio de la nada dirigiéndose hacia ellos, y ofreciéndoles una tentadora aunque también muy sospechosa propuesta.

Tenia muy claro que debía hacerse fuerte y mejorar sus habilidades, por lo que quizás no fuera mala idea, pero primero quería asegurarse de que ese tipo era alguien de fiar y que les explicara de que iba su idea.

[Sousuke]

Para poder terminar con aquel conflicto, la voz del otro chico llega a sus oídos haciéndole reaccionar, al mirarle de reojo veía que venía hacia mi, y su intención quedó más que clara por estar saltando, ya en el aire. Solo asentí dejando la tonfa en una posición favorable para que la usara de escalón, y así este hiciera su movimiento aéreo.

Finalmente aquellos bandoleros se dieron a la fuga, por unos fugaces momentos sentí como si de verdad fuera alguien temible, sonreí levemente avergonzado sobándome la nuca porque ni yo me lo creía, aunque seguramente no fuera solo por mi sino por mis otros 2 compañeros, de todas formas, no estaba mal reírse un poco. Por lo cual solo quedaba relajarse un poco, seguramente el asunto ya estaba zanjado, y ya que aquella chica que se había unido recientemente le hacía entrega a la señora de su bolso, digamos que...mission complete!!

-¡¡Adiós señora!! que tenga un buen día-

Mencionaba alegre ondeando una mano mientras me despedía sin importar si aquella devolvía el saludo o no, después de todo en esos momentos estaba en modo "full emotion" y no me importaba nada por estar tan feliz. Claro que, la repentina entrada de una nueva persona solo me dejaba las incógnitas de, ¿quién era?, y, ¿por qué nos había estado observando?...pronto la primera se respondería sola, al parecer buscaba un grupo de aventureros para una especie de trabajo, aunque aún no detallaba la misión a llevar a cabo. Su introducción fue breve, inició con eso de venir en son de paz, que si bien podía ser poco creíble, tampoco debía dejar que los prejuicios llevaran las riendas de la situación y me cerrara a las posibilidades.

-Hmm...si es un trabajo, entonces es una misión...si hay una misión, hay una paga....entonces, ¡conseguiré dinero!, bien, creo que sería un buen inicio, necesito tener más fondos para conseguir algo bueno de equipamiento-

Cambiando mi expresión a una más serena, apagando la llama de mis emociones con suma facilidad, sería el primero en contestarle al extraño sujeto que nos invitaba a abrir la puerta de una nueva etapa, ¡¡el primer trabajo!!, o al menos para mi era así.

-Bueno a mi me interesa, ¿de qué va la misión?-

Sería el momento de escuchar las respuestas de los otros, iría aunque fuese solo, aunque eso si, no bajaba mi guardia por ningún momento por más que me mostrara amable.

[Vetz]

Aquel grupo era un tanto singular, tanto que llamó la atención de una de las personas que en el pasado se encargaban de regir los suburbios y enseñar a muchos jóvenes lo cómo sobrevivir, el acercarse a un grupo de desconocidos era una gran apuesta que aquel sujeto decidió tomar, los problemas de los suburbios se resolvían internamente, era una regla, no buscar ayuda externa, pero ese grupo de chicos que mostraron el potencial suficiente como para tan siquiera intentarlo, estaban ahí, en los suburbios, fuese por la situación que fuese, las reglas no se estaban rompiendo.

El de ojos granate miró a sus dos nuevos compañeros, aunque desconocía sus nombres y aquella condición podía ser temporal, la emoción de aquella batalla le llevó a considerarlos de esa manera, el de cabellos azules rápidamente aceptó aquella propuesta hecha por el sujeto, mientras que la castaña aun mostraba un poco de duda o quizá más bien, desconfianza. Asintió sin decir palabra alguna, para luego acercarse a la castaña y extender su mano hacia ella como gesto de confianza – mientras confiemos en nosotros mismos es suficiente – le sonrió, pero esta vez de forma diferente, no mostraba aquella psicopatía vista en batalla, por el contrario era un gesto más puro, un gesto que le invitaba a creer en él.

Se pusieron en marcha, adentrándose cada vez más dentro de los suburbios, mientras más avanzaban podían darse cuenta de que aquella área en la que pelearon no era más que la entrada al mismo, pues conforme avanzaban el lugar se veía más deteriorado, como si hubiese sido completamente abandonado por el resto de la sociedad e incluso por muchos de los que vivían ahí, comenzaba a ser entendible que sus habitantes se dedicaran a robar para sobrevivir, a veces incluso entre ellos mismos como el grupo al que habían derrotado, aunque ese hecho no era compartido por el daguero, para él, solo debía ser robado quien merecía serlo, pues existían muchos seres en el mundo amasando dinero a costas del sufrimiento de otros, la corrupción, las estafas, eran conceptos que recordaba incluso a pesar de no tener memorias sobre su pasado.

Lugar (sin el camion xD):

Finalmente llegaron al lugar, se trataba de un edificio y no una casa como hubiesen pensado al principio, pero para el sujeto era su hogar, donde vivía con un grupo de niños a quienes había adoptado. Al ingresar, les llevó a lo que parecía ser un cuarto salón de reuniones, el lugar mostraba claramente que en el pasado fue un símbolo importante en los suburbios, pero que en la actualidad ese hecho se había perdido. El sujeto se sentó, invitándoles a que hicieran lo mismo.

- muy bien – musitó para comenzar mientras sacaba un mapa de los suburbios – creo que es necesario explicarles por completo la situación – suspiró mostrando que quizá eran su última opción – hace varios meses una banda que se hace llamar las cuchillas rojas apareció y se encargó de someter a todos los grupos que existían en los suburbios – explicó – esa banda se ha mantenido desde entonces extorsionando a cada habitante, quitándole sus pertenencias, todo con tal de que no eliminen o recluten a algunos de sus familiares – expresó con preocupación – la verdad es que tenemos a un informante infiltrado en la banda, gracias a ello, conocemos cuantos son y quiénes son sus líderes – hizo una pequeña pausa para continuar, mientras en sus puños se notaba la impotencia de no poder hacer nada – son un total de 50 maleantes, todos sumamente más fuertes que aquel grupo al que se enfrentaron, incluso, más fuertes que yo – dio un pequeño golpe a la mesa haciendo que esta se astillara, lo que mostraba claramente su fuerza – sé que es un trabajo difícil, incluso no me gustaría tener que pedírselos, quisiera contar con un grupo más numeroso – añadió – pero, por favor, sálvennos – suplicó agachando su cabeza.

[Luthien]

Mientras miraba aun con desconfianza al recién llegado, notó que el pelinegro se le acercaba y le tendía la mano, dándole una sonrisa totalmente diferente a la que le había visto en batalla. Esto la desconcertó un poco, pero estuvo de acuerdo con sus palabras, y asintió. Escucharía la historia del hombre y decidiría si participaría o no. Miro a sus compañeros, quienes tenían expresiones de entusiasmo, al parecer ellos ya habían tomado su decisión.

Caminaron un largo trecho y Luthien fue notando que cada vez más las casas y edificios parecian más y más viejos y abandonados, al parecer por esos lugares no habitaba alma alguna.
Luego de andar un poco más llegaron a su destino, un gran edificio destartalado, el cual aparentaba ser el hogar del hombre.
Fue muy grande el asombro de Luthien al ver a un monton de niños sin padres, quienes se refugiaban en aquel lugar. No pudo evitar sentir un poco de pena y rabia, más aún al escuchar las palabras de aquel tipo.
Había tomado una decisión, quería ayudar, aparte que eso le venia muy bien, así podría entrenar. - bien, me presento - dijo, levantándose - Soy Luthien y sera un gusto contar con ustedes.

[Sousuke]

El trayecto que aquel sujeto desconocido había propuesto nos llevó poco a poco hacia otros lares de los suburbios, y mientras andábamos, podía observar como era la realidad de las personas con bajo porte económico, la "clase baja" de la que a veces hablaban mis padres. Esta nueva realidad era algo dura de asimilar, los cambios eran algo extremos, digo, yo tenía todas las comodidades allá en mi casa, ese gran terreno en lo alto de una montaña, con mayordomos y todo entregado en bandeja de plata. Así que no era fácil asimilar todo tan rápido, pero de todas formas, trataba de ver todo aquello como una nueva perspectiva más grande de la que antes tenía, acompañando ese nuevo sentir con un leve suspiro, llevando mis manos detrás de la nuca con los codos dando hacia afuera, apreciando el entorno con el par de soles que tenía por ojos.

-Ciertamente este mundo comienza a ser muy distinto de lo que creía....¡pues ya!, tengo que mantenerme firme, esto podría ser como una especie de prueba personal...¡¡si!!, lo veré de esa manera también-

Asentía mientras ya llegábamos a un edificio ligeramente en ruinas, no estaba en muy buenas condiciones que digamos, y me sorprendía un poco que varios niños, seguramente huérfanos (porque no creía que aquel tuviera tantos hijos), vivieran en ese ambiente. Cada vez más las diferencias entre la pequeña burbuja que conocía y el gran mundo a mi alrededor, se hacían más y más amplias...pero, dejé eso a un lado mientras escuchaba la propuesta y petición casi en súplica de aquel hombre. Se le podía notar en su voz, el pesar de cada palabra, esa sensación de impotencia en contra de la injusticia....

-Tal vez, no sea todo tan diferente...las emociones, son las mismas...-

Mi honrado e inocente aventurero corazón, no podía rechazar tales palabras cuando resonaba con el sentir de aquel que agachaba su cabeza ante nosotros...así que, levantándome del asiento ofrecido por su humilde hospitalidad llevo una mano cerrada a mi pecho.

-Cuente conmigo, ¡ayudaré en todo lo que pueda!-

[Vetz]

El daguero escuchó cada una de las palabras del sujeto, las analizaba intuitivamente y trataba de asociarla con su gesticulación, el lenguaje corporal era algo que no mentía, su mente no conocía aquella teoría, pero solía ponerla en práctica. Asintió al terminar de escucharle, pero fueron sus dos compañeros quienes respondieron primero ante aquella propuesta, que más bien se trataba de una misión posiblemente suicida. No le importaba, estaba construyendo su historia y esas nuevas páginas de aventuras serian perfectas para él, así lo sentía, además de eso, por alguna razón, sentía confianza en aquel equipo que se estaba conformando.

Escuchó la presentación de la castaña, tras esta se levantó acercándose hacia ella y extendiendo su mano – un placer, mi nombre es Vetz – contestó, el joven de cabellos azules no había mencionado su nombre, pero aquello no era problema, el movimiento que habían realizado antes cuando se apoyó de la tonfa de aquel le hizo entenderlo, se acercó al sujeto que les había pedido ayuda y contestó – puede contar con nosotros, nos encargaremos de ellos – su mirada era tan firme como su determinación, muchos elementos se unían en aquel momento que seguiría siendo parte de las nuevas memorias que quedarían grabadas para él.

El sujeto le señaló en el mapa el punto en el cual se encontraba, claramente se podía denotar que era una posición estratégica, incluso sin saberlo pudo entender ese hecho, se trataba de enemigos sumamente hábiles e incluso inteligentes, eso de cierto modo le agradaba. Asintió y se acercó a la puerta – vamos, mientras más pronto terminemos este trabajo será mejor para las personas del lugar – musitó invitando a sus compañeros a comenzar inmediatamente con la misión.

- Al llegar al lugar se encontraran con el informante – expresó el sujeto mientras les veía salir, había puesto sus esperanzas en ellos, y la firmeza con la que mostraron sus intenciones de ayudar, le daba confianza de que podrían lograrlo.

El camino era un poco largo, tuvieron que volver a transitar varias partes de las que pasaron para llegar a aquel edificio, pero ahora el de ojos granate lo veía diferente, entendía por completo la situación y analizaba mejor a su entorno, claramente aquel hecho estaba contribuyendo con su crecimiento personal. Cruzaron por uno de los callejones, llegando nuevamente a una sección de los suburbios desconocida para ellos, cuando salieron de aquel callejón, se encontraron ante una imponente plaza que denotaba más peso al encontrarse dentro de los suburbios.

Se detuvo inmediatamente, pues notó varias presencias en el lugar, incluso una de ellas se encontraba muy cerca, intuyó que al ir solo, se trataba del informante, de lo contrario, igual les dejaría en una situación favorable al tratarse de un 3 vs 1, pero fue así, era el informante, y era, un pequeño niño de unos doce años aproximadamente, pensar lo que aquel chico debía hacer para luchar por su gente encendió aún más su deseo de acabar con aquella banda.

- Mucho gusto, mi nombre es Ian – musitó el chico quien venía cansado pues había corrido para evitar que notaran que abandonó su puesto – asumo que están aquí por la misión – expresó un poco alegre, aunque su expresión cambio un poco al notar que cuantos eran realmente - ¿son solo tres? – preguntó, con una mezcla de sentimientos entre decepción y confusión, no entendía la razón por la cual habían enviado a tan pocas personas, pero él debía cumplir con su trabajo – tengo poco tiempo, así que no podre explicarlo dos veces – expresó.

El chico señaló el pequeño edificio que se encontraba detrás de la plaza, antiguamente era un lugar importante dentro del sector, pero ahora era la base de la banda de las cuchillas rojas – Aquel lugar es el cuartel de la banda, a este solo tienen acceso los veinte miembros más importantes de la misma, el resto se mantiene por los alrededores de la plaza para vigilar, esta es mi zona, por lo que están a salvo aunque sea por unos momentos – explicó un poco apurado y lleno de nervios – el edición consta de tres pisos, en la planta baja se encuentran regularmente doce miembros, que son los protectores de esa zona, son privilegios que dan los líderes de la banda, quienes por cierto, también son tres, en el segundo piso están otros cinco miembros que son los candidatos a futuros líderes, son muy fuertes y su palabra es ley a menos que los tres reyes digan lo contrario – pausó para tomar un poco de aire – en el último piso se encuentran los tres reyes, desconozco sus identidades pues solo los que merecen ingresar al edificio han tenido la oportunidad de verlos, yo, solo soy un pequeño informante – concluyó con apuro, mientras comenzaba a caminar alejándose – les deseo mucha suerte, debo irme – tras aquellas palabras arrancó a correr.

El de ojos granate cerró sus ojos para procesar toda la información, tomó un poco de aire y luego exhaló para abrir nuevamente sus ojos – muy bien, según lo mencionado, solo tenemos información precisa sobre los que se encuentran afuera, y es el hecho de que son aquellos que necesitan demostrar su valía, por lo tanto, carecerán de trabajo en equipo – no entendía como había llegado a aquella conclusión, pero era lo que sentía, y por alguna razón estaba seguro de que era correcto, esto le extrañaba – con respecto a lo que suceda dentro del lugar, la situación es diferente, sabemos cuántos son, más no con que podamos encontrarnos, por lo que necesitamos actuar de forma eficiente – dijo a sus compañeros, quizá estuviese diciendo disparates, no lo sabía, desconocía muchas cosas, pero el no entender como ese pensamiento se formuló de manera tan natural, le hacía pensar que era lo correcto.

[Luthien]

Atentamente escucho las palabras del hombre, mientras observaba cuidadosamente sus gestos y reacciones. Eso era algo que le encanta hacer, ya que le traía grandes beneficios, como saber el estado de animo de la persona, o descubrir detalles que a simple vista pasan de largo. Por esto podía decir que aquel hombre hablaba con temor, y mostraba un poco de ansiedad en sus ojos.
Luthien deseaba saber mas acerca de esa misteriosa banda, las cuchillas rojas, el verdadero motivo de porque hacían esas terribles cosas.

Cuando el tipo de termino de explicarles el mapa, les indico que se encontraríamos con el informante. De esa forma, partieron de inmediato, y luego de una larga caminata llegaron al supuesto lugar. Luthien esperaba encontrarse con algún hombre anciano que actuara como informante, pero nuevamente se llevo la sorpresa al ver un niño pequeño llegar y presentarse como tal. Y al parecer la decepción fue mutua, dada la expresión mostrada por el chico.
 es solo un pequeño, no puedo creer que trabaje como informante, eso es, ciertamente, muy peligroso, pensó la castaña con un poco de pena. El ver a ese chico hacia que volviera su odio por esos tipos, quería vencerlos, sin embargo, su curiosidad se encontraba aun allí.
que es lo que querrían esos sujetos, porque dudo mucho que sea solo por dinero, reflexiono la chica para si, hasta que la voz del niño la saco de sus cavilaciones.
Cuando la organización de la banda fue expuesta, y el chico se había largado corriendo, se hizo un silencio entre los compañeros. Luthien los miro, y aunque ambos lucían seguros y confiados, también se notaba que pensaban en la situación en que se encontraban. Vetz rompió el silencio, y Luthien le encontraba la razón, no sabían que podían encontrar allí, por lo que era mejor estar preparado y actuar con cautela.

- Bien chicos, creo que es hora de elaborar un plan - dijo la chica, dirigiéndose a sus camaradas - Creo que lo mejor sera que nos dividamos para entrar en el primer piso y descubramos las posiciones de esos 12 . - expuso su idea. Mientras pensaba que la aventura solo estaba comenzando.

[Sousuke]

Siendo entonces que todos parecíamos de acuerdo con emprender el viaje hacia el encargo que nos querían encomendar, lo siguiente que sucedió fue otro pequeño trayecto hacia el sitio donde se encontraba el informante del viejo, seguramente con los detalles de la misión y las instrucciones necesarias para completarla lo mejor que se pudiera. Esta vez íbamos contra un grupo de bandidos serio, no serían los mismos bribones que diezmamos hace poco tiempo, por lo que podríamos encontrarnos con mayor resistencia e inteligencia en nuestros adversarios, cosa que presentaba un verdadero desafío para el pequeño e improvisado grupo que habíamos formado de 3 integrantes.

Por dentro mientras mi mente analizaba lo dicho, y la información que más adelante nos daría un niño de...hmmm...diría que aproximadamente de 10 u once años, mientras tanto solo podía sentirme algo nervioso por lo que iríamos a enfrentar ahora, es decir, realmente nunca había tenido que lidiar con algo de este estilo en mi vida, así que solo seguiría acumulando nuevas experiencias, que estaban muy bien estimadas por mis expectativas....solo esperaba que la realidad no me las tirara abajo. Así oigo lo que tanto Vetz como Luthien tenían para decir, y que por cierto, si no les había dado mi nombre era porque se me había olvidado, y ahora mismo no tenía la cabeza en eso como para recordar presentarme; siendo que pensando sobre lo que dijeron también haría mi aporte al tema.

-Lo primero sería poder entrar al edificio, no es como si ese niño pueda detener a todos los guardias el solo para evitar que nos descubran...así que antes de averiguar la posición de los de la primera planta, tendremos que lidiar con la entrada, vigilar y observar las posiciones de los guardias como para entrar de manera segura...aunque claro, no es como que podamos evitar las peleas, así que no será fácil...-

Me había cruzado de brazos, me era más cómodo pensar de esa manera, además solía colocarme en esa postura con naturalidad si me encontraba parado, siendo como mi posición característica. Observo entonces a ambos..

-También, deberíamos designar los roles de cada uno en el equipo de antemano, para que sea más fácil responder ante cualquier problema emergente....hmm, cuáles son sus habilidades?-

Esperaba no ser demasiado metiche al preguntar algo así, pero sería necesario saberlo si queríamos hacer un buen trabajo en equipo, sobretodo al no conocernos ni haber luchado juntos nunca antes más que en aquella ocasión hace varios minutos atrás.

[Vetz]

Escuchó atentamente las palabras de cada uno y las analizó pues era necesario si quería conocer correctamente a aquellos a quienes ahora consideraba sus compañeros, al menos durante lo que sería la importante misión que estaban por emprender, ambos dijeron cosas muy ciertas necesitaban un plan, descubrir la ubicación de aquellos cuya información era un tanto vaga, pero además de eso debían considerar a los que estaban afuera, y asignar roles correspondientes a sus capacidades, ambos complementaban las ideas y eso era un factor bastante positivo.

- Veamos – musitó el de ojos granates – según nuestra información, treinta de ellos se encuentran en la parte de afuera, mejor dicho, veintinueve – agregó haciendo una pequeña pausa – según el sistema de rangos expresados por el pequeño, los que se encuentran afuera, a pesar de ser más, representan al grupo más sencillo – sus palabras buscaban dar un pequeño rumbo por el cual comenzar – considero que podemos encargarnos fácilmente de ellos, y tras eso explorar el área con mayor comodidad para conseguir información sobre los que se encuentran en la primera planta – habían muchas cosas que se necesitaban planificar aun, pero era necesario que comenzaran la misión antes de ser encontrados y poner en alerta a los enemigos.


Sacó su navaja y se estiró un poco, estaba preparado para la batalla, sabía que lo que venía no sería más que el calentamiento, que el verdadero desafío estaría al ingresar – dejemos que nuestras habilidades hablen por nosotros – musitó al final en respuesta a las palabras del de cabellos azules, tras eso, se adentró al área.

[Luthien]

La verdadera lucha estaba por comenzar, seria bueno medir sus habilidades, aunque le molestaba el hecho de ir sin un plan concreto. Pero ya se las arreglarían, lo importante era "limpiar" el primer piso y deshacerse de esos granujas.

No sabia como acabaría todo aquello, pero quería intentarlo, por los otros, por ella. Ademas no estaba sola, contaba con compañeros formidables en esta ocasión. No pudo evitar mirarlos, ambos, como siempre, lucían confiados y se atrevía a decir que hasta entusiasmados.
Era la primera vez que la castaña trabajaba con otras personas, siempre había estado sola, y todo el asunto era desconocido para ella, pero por alguna razón, aquellos chicos le inspiraban confianza y seguridad. Eso hacia que estuviera mucho mas determinada a acabar con la misión.

Se encargarían entonces de los tipos que estaban afuera. Eran varios, pero creía que podrían con ellos.
La chica se preparo para la batalla y alisto a su fiel compañera, su navaja Thürin , que la había acompañado en tantas aventuras. Estaba un poco antigua, pero Luthien se aseguraba de mantenerla siempre para que funcionara adecuadamente, y nunca le había fallado.

Era hora de seguir. la chica sintió un poco de nervios a medida que avanzaban para entrar al edificio, todo estaba sucio y desordenado, y cuando camino un poco mas, sintió unos ruidos adelante. Al parecer allí se encontraban los tipos.
- Chicos, escuchen eso , les dije susurrando.

Luthien trago saliva y apretó firmemente su arma, estaba lista para lo que viniera.

[Vetz]

Finalmente decidieron avanzar, su objetivo era claro, ingresar a aquel edificio y derrotar a los jefes de la banda para que esta desapareciera del lugar acabando así con sus fechorías, pero tenían que tener en claro aquellos veintinueve que se encontraban protegiendo en las afuera, la gran realidad es que no tenían certeza de sus posiciones aun cuando comprendían que estos eran más débiles que los que se encontraban en el edificio. El joven ladrón se mantuvo observando y analizando el lugar, consiguió una acumulación de rocas a las que se acercó para tomar unas cuantas y tras ello, aprovechar su agilidad para separarse del grupo por un momento.

Para su fortuna, habían varios árboles alrededor de la plaza, y estos le permitían cubrirse sin mayor problema, fue rodeando poco a poco el lugar, buscando romper con la primera línea defensiva, y de ese modo, utilizando las rocas que momentos atrás agarró, comenzó a arrojarlas a la cabeza de cada uno de los nueve bandidos a los que se encontró, el grupo que conformaba la primera línea parecía ser de diez, incluyendo al pequeño informante.

Fue uno a uno, golpeando con una puntería que no sabía que tenía, en ocasiones fallaba, pero la cantidad que había agarrado le permitía continuar con sus acciones, la velocidad del impacto hacia que aquellos considerados como el grupo más débil no pudieran continuar, bastó poco tiempo para la primera limpieza, pero aun restaban cuarenta enemigos para el momento en el que regresó a donde estaban sus compañeros.

Se habían acercado demasiado al edificio, eso, o los otros veinte de la zona exterior estaban claramente por encima de los nueve que habían caído ante la ráfaga de piedras, debían acabar con aquella emboscada, y para complicar la situación, hacerlo evitando llamar demasiado la atención para no poner alerta a aquellos que se encontraban dentro del edificio, la misión cada vez se complicaba más, pero también se volvía más entretenida.

Sonrió ante la situación – ahora, el plan es acabarlos rápido y en silencio – musitó para lanzarse al ataque junto con sus compañeros.

[Sousuke]

El boceto de la idea de como podríamos entrar en el edificio fue lanzado a la mesa entonces, al parecer Luthien estaba de acuerdo con ello y yo tampoco tenía problemas con lidiar rápidamente con el grupo inferior en habilidad de los bandidos, por lo que solo asentía en afirmación a lo que finalmente se decidió hacer. Tomé mis tonfas y así seguí a ambos desde atrás, cubriendo la retaguardia del grupo, mientras un pequeño cosquilleo recorría como un escalofrío todo mi cuerpo, esto de empezar una misión oficial de verdad me había impactado internamente, y como no estaba expresándolo abiertamente ya que nuestros primeros pasos fueron en sigilo para acercarnos a la entrada, el efecto de mis emociones recaía en esos pequeños impulsos nerviosos que recorrían mi cuerpo.

-YA ya debo calmarme, y concentrarme....esto es importante-

Proseguí a usar uno de esos árboles que generaban un ligeramente frondoso muro verde antes de llegar al edificio, como cobertura, tomándome unos instantes para observar con detalle nuestros alrededores, donde al parecer no se acercaba ningún enemigo para nuestra suerte. Volteo así para ser espectador de como Vetz jugaba baseball con las cabezas de nueve guardias externos, sin golpear claro al niño que era nuestro informante...si no hubiera sido una misión ni necesitáramos el silencio de nuestro lado, tal vez habría dicho "Strike!" de manera chistosa para agregar humor al ambiente.

-Ahora ya solo quedan los otros guardias...-

Nuevamente doy un vistazo de soslayo por sobre mi hombro hacia nuestra retaguardia, esta vez para abrir los ojos como platos al presenciar la emboscada que aquel grupo de bandidos nos tendía ahora, siendo 5 del total de guardias exteriores los que venían por mi lado. No necesité decirlo hacia Vetz o Luthien, escuchaba aquellos pasos por todo nuestro alrededor, así que nos estarían rodeando de seguro, por lo que pasé rápidamente a cubrir la retaguardia, generando un "muro" delante de ese grupo al extender mis alas doradas de manera imponente.

-Yo seré su oponente, ¡en guardia!-

Y así comenzaba una vez más, el escenario de combate....¡¡¡fight!!!

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